Aprendiendo del cliente con Cookie Box

En nuestra agencia de comunicación nunca hemos tenido una cartera de clientes muy extensa. Somos un equipo reducido de personas, y eso comporta de manera natural que seamos muy selectivos a la hora de destinar nuestro tiempo y atención a ciertos proyectos y clientes. La mayoría de veces, y eso es buena señal, son los clientes los que buscan/encuentran a Periferia Creative. Otras, como es el caso, somos nosotros quien damos un paso al frente y exclamamos: quiero trabajar contigo, ¿en qué puedo ayudarte? ¿Proactividad? ¿Feeling? ¿Conexión? Un poco de todo esto es lo que ocurrió con Cookie Box.

Partiendo de una base clásica de consultoría y formación para departamentos de grandes empresas, Cookie Box comenzó a proponerse como la alternativa a los cada vez más ineficientes métodos que solían utilizarse en estos casos. No solo era importante trabajar desde y hacia las personas, sino conocer los resortes del entretenimiento, la sensibilidad y la emoción que nos mueven, para provocar una reacción y con ella el cambio. Aquí aparecieron las Management Tools, herramientas que en consultoría parecían totalmente fuera de lugar, pero que resultaron ser el diferencial y el foco para la metamorfosis de Cookie Box y sus clientes: cómics, cine, videojuegos, arte… dieron lugar a sus propuestas de Bizzcomics, Ygames, Dramanagement, Management & Arts, TalentApp… verdaderas fusiones entre conceptos rigurosos de dirección y liderazgo y elementos de entretenimiento. Porque al final Cookie Box lo sabía: la clave es saber explicar una buena historia usando los canales necesarios. Transmedia & Storytelling rules!

¿Qué hemos aprendido de ellos?
Es evidente que puedes aprender muchas cosas de una empresa que se dedica a provocar cambios y solucionar retos en grandes organizaciones. Aspectos de liderazgo, de focalización de valores, de negociación, de gestión… pero creemos que sobretodo hemos aprendido de su capacidad de visión, casi stebjobsiana, sobre su propio negocio. Los socios fundadores de Cookie Box tienen un objetivo empresarial común, fuerte y estable desde el kilómetro cero de su proyecto, pero además han sabido crear suficiente oxígeno alrededor para que la gente que colabora con ellos (que cada vez somos más) tengamos espacio para emocionarnos, ilusionarnos y apasionarnos con cada nuevo proyecto. Han conseguido de que siempre se respire la sensación de estar participando en algo grande, algo único y algo bueno para mucha gente. Todo ello sin prescindir del rigor y la búsqueda constante de la excelencia.