Empezando el día

En Periferia Creative, como en tantas otras agencias y estudios de diseño, acumulamos una nada despreciable cantidad de años de experiencia profesional. Es la perspectiva de ese tiempo la que nos permite afirmar que ciertas rutinas del día a día profesional son incuestionablemente improductivas. En general, estamos acostumbrados a asumir nuestras primeras horas como un momento de difícil aceptación, caos a la hora de vestirnos, dificultad por coordinar diversas tareas simultáneas cuando mentalmente nos encontramos indispuestos, prisas por llegar al tren con el tiempo justo… En definitiva, algo totalmente incompatible con la concentración y la distensión.
Nuestra forma de afrontar un nuevo día desde sus primeras horas son de por sí un reflejo de muchas cosas. Con este post, hemos querido reflexionar sobre ello en base a la experiencia de distintos miembros del equipo, paso a paso, durante cada una de las fases previas a la llegada al trabajo y de paso, compartir contigo algunas conclusiones.
Amanecer
Recibir el nuevo día no siempre es un placer para todo el mundo. Los primeros rayos de sol traen consigo ese tedioso momento de malhumorada incorporación. ¿O no?
Raül Muñoz, responsable de la producción fotográfica y audiovisual de Periferia, explica: “No soy de los que necesitan veinte minutos (¡o dos horas!) para considerarse persona. En cuanto suena el despertador (si lo dejo sonar), un poco antes de las seis, doy un salto de la cama y ¡adelante!”.
Por su parte, Joan López, gerente de Periferia, comparte con Raül su precoz despertar: “Me levanto bastante temprano. Sobre las 5:30 . Me tomo un buen zumo de naranja natural, hago estiramientos durante quince minutos, me ducho y me visto”.
Carles Salvador, director de arte de Periferia comenta: “Lo primero que hago es desayunar, obvio pero necesario para el ser humano. No lo hago de la forma más apropiada, es decir, con paz y tranquilidad, ya que debo despertar y alimentar a dos niños”.
Cargando pilas
Superados los momentos iniciales del despertar, toca activarse, entrar en perspectiva, tocar con los pies en el suelo e iniciar una actividad que va a prolongarse bastantes horas de forma continuada.
Carles continúa describiendo sus mañanas: “Leer el periódico y tomar un café ristretto. Esto es súper importante. Si no, no soy nada. Escoger el bar, con un buen surtido de prensa y un camarero poco hablador, porque el café debe tomarse en la barra. Esta es la parte de la rutina matinal que más me carga las pilas”.
Raül, con su evidente energía matutina, opta por utilizar las primeras horas del día para hacer ejercicio: “Tras levantarme, sesión de trail running (o sea, correr por la montaña). La primera hora del día es la más energizante: endorfinas a full para encarar el día a pleno rendimiento. También es un momento de recogimiento y de reflexión, necesario para dejar espacio a todas las experiencias del día que empieza. He tenido bastantes ‘eurekas’ entre pendientes y resoplidos.
Una vez llego a casa, tomo algo de fruta, hago sesión de estiramientos y saco a pasear a mi perra, mientras Nit, que así se llama, corre a mi alrededor y se abalanza sobre cualquier ser vivo que se acerca (apunte: un perro es un imparable agente socializador). Tras ello, ducha, almuerzo rápido y preparar la bolsa con la comida y los aparatos que nos acompañan arriba y abajo cada día, como el portátil”. Y todo antes de las ocho de la mañana. Eso es optimizar tiempos.
Joan también tiene su momento de provechosa inspiración nada más levantarse: “Salgo de casa sobre las seis y hago una parada en una colina desde donde se divisa toda la ciudad, aún tranquila. Allí aprovecho para respirar, pensar, leer o meditar. Lo hago cada día laborable y algún que otro festivo. Es lo que me da energía suficiente para afrontar el día. Un espacio reservado exclusivamente para mí”.
Jose Lomo, responsable de estrategia digital y co-fundador de Periferia resume sus primeras horas del día en apenas un par de párrafos. Curiosamente, comparte algunos hábitos con otros compañeros, aunque tengan un planteamiento ligeramente distintos: “El desayuno es sagrado. No solo debe ser completo sino con el tiempo suficiente para no empezar estresado el día. Eso supone levantarme media hora antes, pero me compensa totalmente. Tras ello, Flipboard time. El tiempo que me doy para desayunar tranquilamente me permite leer mi Flipboard con la misma elegancia y deleite que el gentleman que lee su diario. Flipboard me conecta con los keywords diarios que son esenciales para mí, no solo a nivel profesional. También me permite recomendar o dejarme recomendar por otros desde las redes sociales, sean amigos, colegas o clientes.
Suelo consultar la actividad musical de Radio 3 desde su web. Es el único portal que visito de manera directa y diaria, sin feeds. Me hace feliz y me hace soñar. Por último, una mirada poética hacia el paisaje brutal que tenemos en el Parque Natural y que nos envuelve al acercarnos a las oficinas”.
Llegando a la oficina
Llegar a la oficina es el paso final de nuestro post. Todos los miembros de Periferia disfrutan en mayor o menor medida del trayecto al trabajo y del ambiente que rodea el Parc Audiovisual de Catalunya, repleto de árboles y vegetación, alejado para bien o para mal del centro urbano de Terrassa.
Joan inicia su actividad frente al ordenador: “Abro el mail y soluciono los temas que han quedado pendientes del día anterior. Durante el día uso Skype. A parte de servirme para hablar con clientes y colaboradores, gracias a Skype he podido conectar con gente que ahora es muy importante para mí. Normalmente, suelo mirar mis listas de Twitter a la hora del almuerzo (10h). Otras redes, como Facebook, son para la tarde y solo si me acuerdo o me apetece”.
Carles: “Consulto redes sociales, blogs, RSS, etc. en Flipboard durante el trayecto en bus que parte de la Rambla hacia el Parque Audiovisual. Una vez me siento delante del ordenador, repaso en primer lugar correo y agenda”.
Raül concluye su período pre-oficina: “El corto viaje en coche hacia el Parque Audiovisual, por suerte, transcurre entre campos y bosques, y el invierno me regala a menudo amaneceres memorables. Una vez estoy en el trabajo, repaso e-mails y tareas pendientes, consulto redes y feeds y… ¡otro día al pie del cañón!”.
Conclusiones para un nuevo día
Parece quedar claro que, por regla general, en Periferia madrugamos más de lo normal en nuestro sector, disfrutamos del desayuno, nos gusta tomarnos el tiempo necesario para valorar esos pequeños momentos especiales de cada día e intentamos compactar nuestras jornadas laborales de forma efectiva para tener tiempo de calidad antes y después de trabajar.
Y aquí es cuando llegamos a lo verdaderamente importante. ¿Qué podría deducir un espectador objetivo al leer o escuchar las declaraciones del equipo y que sea aplicable, útil o interesante para otros? ¿Qué es diferenciador (o todo lo contrario) de la rutina general de los integrantes de Periferia? Intentamos condensar nuestras conclusiones en apenas unos titulares, nunca como afirmaciones incuestionables, sino como objetos de debate:
- El tiempo antes de llegar al trabajo es útil. Y no solo eso: parece interesante que nuestro día comience mucho antes que nuestra jornada. Las horas posteriores a nuestro regreso a la conciencia, son idales para llevar a cabo tareas productivas que además oxigenan nuestro cuerpo y nuestra mente y nos permiten empezar nuestra actividad con mayor efectividad, energía y una actitud general más adecuada.
- No es necesario encontrarse dentro de la urbe para estar conectado. Aunque contar con una localización céntrica favorece las relaciones con clientes y/o proveedores, rodearse de un ambiente natural, alejado de tráfico y del zumbido vibrante de la ciudad, es inspirador, nos permite mirar por la ventana por un momento y ser algo más conscientes del mundo que nos rodea. El silencio, la quietud y la armonía favorecen la concentración y el bienestar general. Gracias a la tecnología y a los recursos actuales, podemos estar conectados a la actualidad en cualquier momento y lugar.
- Los momentos de reflexión personal dan sus frutos. Reflexionar de forma individual no es sinónimo de encerrarse en una habitación con los brazos cruzados. Caminar, correr, leer o disfrutar de un hobby de forma individual, cuando las calles empiezan a iluminarse es un formidable ejercicio interno que claramente ayuda a ordenar pensamientos y a obtener lógicos resultados.
- Las herramientas sociales son un bien preciado. No como un mero divertimento, sino como verdadero puente entre personas. Es obvio que cuestionar su validez como herramienta profesional está, a estas alturas, fuera de lugar .
¿Y tú, cómo empiezas tu día?
1 Comment
Kandy
19 junio, 2012Pues yo soy de las que necesita 3 despertadores para levantarse. Luego me entretengo jugando en la cama con mi gata y luego doy mimitos a mi perra. Desayuno con toda la parsimonia del mundo… y cuando me doy cuenta ya me voy corriendo al trabajo!!!! Así que tomaré nota a ver si soy capaz de levantarme mucho antes y tener un momento de paz y calma antes de empezar con una ajetreada, machacadora y cansada rutina laboral.